En las últimas décadas, hemos sido testigos de una revolución en la forma en que se controla el conocimiento y la información. Este cambio rápido ha puesto en peligro nuestra forma de pensar. Sin detenerse a considerar el costo, el mundo se ha apresurado a adoptar los productos y servicios de cuatro corporaciones titánicas: Amazon, Facebook, Apple y Google. Estas empresas venden su eficiencia y pretenden hacer del mundo un lugar mejor, pero lo que han hecho en cambio es permitir un nivel embriagador de conveniencia diaria. A medida que estas empresas se han expandido, comercializándose como defensoras de la individualidad y el pluralismo, sus algoritmos nos han presionado a la conformidad y han devastado la privacidad. Han producido una cultura inestable y estrecha de desinformación y nos han puesto en el camino hacia un mundo sin contemplación privada, pensamiento autónomo o introspección solitaria: un mundo sin mente. Para restaurar nuestras vidas interiores, debemos evitar ser cooptados por estas gigantescas empresas y comprender las ideas que sustentan su éxito.
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