Este libro explora la intersección entre la escultura y la fotografía en la década de los ochenta. Analiza cómo los artistas de este período transgredieron las categorías artísticas tradicionales, extendiendo su experiencia más allá de los límites convencionales. Se centra en las actitudes escultóricas de artistas que trabajan fotográficamente, esculturas fotográficas e instalaciones, cajas y construcciones, y la relación entre escultura y fotografía en el espacio público urbano. Incluye fotografías en blanco y negro y a color.
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