En 1316, un constructor de Perpignan recibe el encargo de reconstruir el puente de Besalú, dañado por las riadas y terremotos. Trabajará sobre un manuscrito de 1074, cruzándose los intereses de los habitantes de Besalú y el conde que gobierna la zona, con los del conde del Ampurdán, que trata de impedir que la ciudad pueda ser defendida. La comunidad judía de Besalú colabora con los cristianos en la defensa de la ciudad, en una trama de intrigas y traiciones.
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